La campaña de Xóchitl
Mario Campos habla sobre la campaña de Xóchitl Gálvez y la percepción de que no levanta rumbo a 2024.
Un relato parece repetirse en las últimas semanas en diversos medios, uno que señala que las aspiraciones de Xóchitl Gálvez se han estancado y que su campaña por la presidencia de la República no levanta.
La afirmación, como es lógico, proviene en mayor medida de voces afines a Morena y está acompañada, en no pocas ocasiones, de encuestas más o menos reconocidas que muestran una amplia ventaja por Claudia Sheinbaum y su partido. ¿Qué elementos objetivos habría para esta afirmación?
Por un lado, es verdad que hace algunas semanas la coordinadora del Frente perdió el control sobre la agenda y tuvo que jugar más a la defensiva; es también cierto que ni en los medios ni en las redes sociales ha logrado la senadora poner los temas de la conversación, y es especialmente notable, que no ha terminado de armar un equipo político -más allá del fichaje de Enrique de la Madrid- que le muestre arropada, dentro y fuera de los partidos.
Por otro lado, una revisión muestra que Xóchitl Gálvez no ha dejado de recorrer el país. Que en sus encuentros ha tenido una respuesta positiva a nivel local, y que pese a los tiempos adelantados que vivimos, todavía no es formalmente el momento de la campaña o incluso de las precampañas.
El contraste se debe en buena medida en que la campaña de Morena lleva años en marcha, fuera por completo de toda legalidad y fiscalización. Eso es así, y tienen razón los opositores que lo señalan. No obstante, la Presidencia la habrá de ganar no quien respete más los tiempos, sino quien tenga más votos, y si desde la oposición quieren competir tendrán que meter acelerador para armar un equipo profesional que la acompañe; para definir el relato que habrá de llevar a la contienda contra Morena y el Presidente (que sigue actuando como coordinador de campaña), y para establecer una estrategia de comunicación que le permita recuperar los reflectores, a pesar de tener que disputar la atención con dos guerras y con toda la agenda doméstica que hoy concentra la atención.