Pemex rescatada, otra vez
El analista político Sergio Sarmiento habla sobre la deuda en incremento de Pemex.
Una vez más el gobierno federal salió al rescate de Pemex. El presidente López Obrador publicó un decreto este 13 de febrero en el Diario Oficial de la Federación que eliminó el Derecho de Utilidad Compartida y el Derecho de Extracción de Hidrocarburos del último trimestre de 2023 y enero de 2024. Estos son impuestos que pagan todas las petroleras que operan en el país; se está dando así a Pemex un trato de privilegio frente a sus competidoras privadas, que puede considerarse desleal.
El decreto no especificó cuánto costará la exención, pero los analistas calculan que equivale a entre 70 mil y 100 mil millones de pesos. En el tercer trimestre de 2023 la deuda financiera de la empresa era de un billón 864,778 millones de pesos o 105,836 millones de dólares a la tasa de cambio del cierre del período.
Solo considerando el pasivo financiero, Pemex es la petrolera más endeudada del mundo. A este monto, sin embargo, hay que agregarle un adeudo de 298 mil millones de pesos a proveedores, los cuales están enfrentando problemas cada vez más serios de liquidez ante la morosidad de la empresa. En términos contables, de hecho, la compañía está quebrada: su patrimonio es negativo en un billón 895 mil millones de pesos.
La decisión del presidente de rescatar una vez más a Pemex se registró unos días después de que Moody’s bajó la calificación de los bonos de la empresa de B3 a B1, pero además con perspectiva negativa. Ya B3 es inferior al grado de inversión, que la empresa tuvo mucho tiempo, y se considera calificación de bono basura. La de B1 advierte de posibles dificultades para cubrir el servicio de la deuda.
La exención fiscal que el presidente le ha otorgado ahora a Pemex se suma a 806 mil millones de pesos que le ha inyectado en los últimos años. Petróleo Mexicanos está empezando a costarle dinero al erario en lugar de aportarlo, pero además se está convirtiendo en un pasivo para las finanzas públicas. Algunos analistas consideran que el próximo gobierno tendrá que subir impuestos nada más para seguir manteniendo esta empresa ineficiente.
Parte del problema es que Pemex ha hecho inversiones desastrosas. La compra del 50 por ciento de la refinería de Deer Park fue una buena decisión de negocios, pero la construcción de Dos Bocas, que costó alrededor de tres veces más de lo presupuestado y sigue sin producir gasolina, está siendo desastrosa. El gobierno, por otra parte, ha gastado fuertes sumas para subsidiar los precios de la gasolina cuando estos se han elevado en el mundo. Es dinero que mejor se debió haber utilizado para fortalecer la empresa.
El gobierno de López Obrador se comprometió a rescatar Pemex cuando asumió el poder el 1 de diciembre de 2018; pero en lugar de rescatarla aumentando su productividad, la ha hecho cada vez más ineficiente. Hoy Pemex es un ejemplo de cómo quebrar a una empresa petrolera en tiempos de buenos precios.