Morena mata la reforma electoral
Quien llena urnas, compra votos y acarrea votantes -según sus propios testimonios- no puede andar por la vida dando lecciones de civismo
La elección interna de Morena constituye el mayor golpe a la propuesta de reforma electoral del presidente López Obrador. Es así, en primer lugar, porque cualquier resto de la supuesta superioridad moral de Morena, quedó enterrada en el cochinero denunciado por sus propios militantes. Quien llena urnas, compra votos y acarrea votantes -según sus propios testimonios- no puede andar por la vida dando lecciones de civismo.
En segundo lugar, la elección de este fin de semana termina de una vez por todas la anunciada propuesta presidencial, porque un partido político que es incapaz de conducir un proceso interno con eficacia y honestidad, carece de autoridad para desmantelar a la institución que tan solo en las últimas cuatro elecciones presidenciales -2000, 2006, 2012 y 2018- ha generado las condiciones para que en tres de ellas, se realizaran alternancias en el poder.
Mientras que el INE goza de prestigio y reconocimiento social por su capacidad para realizar elecciones de muy alta complejidad, Morena ha evidenciado una vez más lo fragil de su institucionalidad.
Ya veremos en los siguientes días qué implicaciones tiene este desaseo en la vida interna del partido y de sus cuadros y aspirantes a la presidencia de la República; por lo pronto, el primer efecto es hacia afuera y confirma que no hay ni capital político, credibilidad ni talento para la gran reforma que este fin de semana terminó de morir mucho antes de nacer.