Empleos para pregonar

El periodista Sergio Sarmiento habla sobre la cifra de empleos generados en el gobierno de AMLO y si estos son realmente para presumir.

El presidente Andrés Manuel López Obrador.
FOTO: Cuartoscuro

Primero la buena noticia. En abril de 2024 se registró un aumento de 84,857 trabajadores registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). “Esta creación de empleo –apuntó el Instituto en un comunicado—es la cuarta más alta en toda la historia para un mes de abril, solo por debajo de 1998, 2002 y 2018”. Al 30 de abril, en efecto, se tenían registrados 22,344,702 empleos formales en el IMSS, de los cuales el 86.1 por ciento son permanentes.

Entre enero y abril de 2024 se crearon 349,816 empleos. En los 12 meses terminados en abril la cifra ascendió a 547,232. Son más de medio millón de empleos en un año, ¿es un gran logro? Quizá un logro. Además, el salario de cotización promedio al cierre de abril fue de 578 pesos diarios, 9.6 por ciento arriba de lo registrado un año antes. Por eso la candidata de Morena a la Presidencia, Claudia Sheinbaum, presumió en el segundo debate entre candidatos los éxitos del gobierno de López Obrador en creación de empleo: “Más empleo histórico, 1.8 millones más que en el sexenio anterior, y eso que hubo pandemia”.

¿Cuántos empleos se han creado realmente en el sexenio? Sin contar los del sector público, que debería contabilizar el ISSSTE, pero que no los reporta, el 30 de noviembre de 2018 el IMSS registró 20,457,926 puestos de trabajo. Esto significa que en cinco años y cinco meses del gobierno de López Obrador se crearon 1,886,776 nuevos empleos registrados en el IMSS. Son 29,027 al mes o, en promedio, 348,327 cada 12 meses. ¿Es bueno? Mejor que nada, sin duda, aunque no histórico. Solo que en el sexenio de Enrique Peña Nieto se crearon casi 3.5 millones de empleos, cifra que ya queda fuera del alcance de López Obrador. Además, para que realmente se dé trabajo a los 1.2 millones de mexicanos que ingresan todos los años al mercado laboral tendríamos que multiplicar la creación promedio de empleos en por lo menos 3.5 veces.

México, es cierto, está registrando una tasa de desocupación abierta históricamente baja, 2.7 por ciento en marzo de 2024. Pero cuidado, porque tenemos una tasa de participación en actividades económicas también reducida, de solo 60.3 por ciento de la población mayor a 15 años. Esto reduce de manera artificial las cifras de desempleo. Se dice que la gente no está desempleada, pero en realidad no tiene trabajo y ya no está buscándolo. Además, la tasa de informalidad es de 54.8 por ciento. La mayoría de quienes trabajan lo hacen en una economía precaria, sin prestaciones y en circunstancias que castigan la productividad.

Es verdad que México sufrió una pandemia en 2020 y 2021, pero lo mismo ocurrió en todo el mundo y la mayoría de los países con economías de mercado han recuperado con creces los niveles de expansión y de empleo que tenían antes. Nosotros vamos en camino de cerrar este sexenio con un crecimiento menor al 1 por ciento al año, debajo del tan criticado 2 por ciento anual de los gobiernos liberales del pasado. Pero como la población no ha dejado de crecer, tendremos el primer sexenio con crecimiento económico negativo per cápita desde el gobierno de Miguel de la Madrid. No son logros para pregonar.