La bala de Trump
El periodista Sergio Sarmiento señala que el atentado en contra de Donald Trump lo pudo haber beneficiado políticamente.
Los análisis periciales señalan que una de las ocho balas disparadas por el joven Thomas Matthew Crooks, de 20 años, estuvo a punto de matar o de dejar permanentemente incapacitado al expresidente de Estados Unidos y actual candidato presidencial Donald Trump. El que la bala haya rozado nada más la oreja del candidato fue un milagro. “Solo Dios impidió que sucediera lo impensable”, declaró el propio Trump.
La idea de que el ataque del 13 de julio fue un autoatentado, como muchos han afirmado, cae por tierra ante esta realidad. Hubo un muerto y dos heridos de gravedad, pero además queda claro que, aun cuando Dios no haya intervenido personalmente para salvar a Trump, sí es verdad que la bala estuvo a punto de impactarlo. Un autoatentado, por lo demás, tendría que haber involucrado a cientos de miembros del Servicio Secreto, la policía local de Butler, Pennsylvania, y el FBI, lo cual es altamente improbable. Alguno habría denunciado el complot ya.
De lo que no hay duda es que el atentado ha beneficiado políticamente a Trump. Después de que este tuvo lugar sin que el expresidente sufriera heridas de consideración, los momios de las apuestas a favor de su triunfo en la elección del 5 de noviembre se dispararon. Dos días después Trump se presentó en la Convención Nacional Republicana en Milwaukee y desató un ferviente respaldo por parte de los delegados. Casi parecía haberse convertido en deidad de un culto. Escogió a un candidato presidencial joven y famoso, J.D. Vance de 39 años, senador por Ohio, un estado crucial para la elección, y autor de un best-seller, Hillbilly Elegy, quien es incluso más radical que Trump. La decisión también lo ha favorecido.
Trump y Vance ya han sido formalmente nominados como candidatos, pero la convención cerrará el jueves 18 de julio y todavía dará muchas oportunidades de lucimiento para ambos. El contraste del Trump desafiante y vigoroso del atentado con el Joe Biden débil e incoherente del debate del 27 de junio en Atlanta o de la conferencia
Un triunfo de Trump podría tener consecuencias muy negativas para México. A pesar de la cercanía personal entre el republicano y el presidente mexicano López Obrador, el republicano ha prometido que al llegar a la presidencia establecerá aranceles a todos los productos extranjeros, incluyendo los mexicanos. No le importa violar el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). Esto podría tener un costo muy importante para nuestro país. Trump, además, seguramente impondría una política más restrictiva a los migrantes mexicanos y de otros países que atravesaran el territorio nacional.
Trump ha demostrado en el pasado ser un bully en las relaciones internacionales. México sufrió sus desplantes en el período de 2017 a 2020. La bala que rozó su oreja lo ha fortalecido ahora de una manera inesperada, en un momento en que, del otro lado del espectro político, la gran discusión de los demócratas es saber si pueden o no bajar al presidente Biden de la candidatura. No es un buen escenario para nuestro país.