La migración es un activo
La senadora de MC, Indira Kempis, se pronuncia por que "en lugar de ser un Estado violentador de derechos, seamos el 'sueño mexicano' para el mundo".
México es un exportador de migrantes. Muchos compatriotas son la muestra de que el país ha fallado con oportunidades como para retener el talento. La búsqueda de trabajo, así como la violencia, son los principales motivos por los que la gente se va del país.
Pero México también se está convirtiendo en un receptor de gente que se queda aquí viniendo de diferentes partes de Latinoamérica (principalmente, donde hay indicios de autoritarismo) y Centroamérica.
Ante el colapso de la demanda de servicios, la discriminación, la xenofobia y la creencia del desplazamiento del talento, habrá quien vea esto como algo muy negativo. Sin embargo, siendo realistas, es la historia de la humanidad acelerada: somos migrantes desde tiempos milenarios e hicimos civilización a partir de esos traslados por sobrevivencia o necesidad.
En lugar de sentarnos “a llorar” lo que es inevitable del fenómeno social del siglo XXI, deberíamos estar otorgando incentivos y poniendo el orden legal e institucional de lo que ya tenemos para que en lugar de ser un Estado violentador de derechos, seamos el “sueño mexicano” para el mundo.
Tomando en cuenta que la migración puede tener virtudes como la diversidad cultural, el crecimiento económico, la promoción de la innovación y el emprendimiento, el intercambio cultural y el aporte al país de origen a través de las remesas.
Aceptar estos cambios puede cambiar el destino de México y también pacificar su eterna pelea en un nacionalismo exacerbado que las nuevas generaciones con la globalización comienzan a desconocer.