El voto del agua
Mario Campos habla sobre cómo el agua se ha convertido en un importante factor rumbo a las elecciones del 2 de junio.
La elección en la Ciudad de México cuenta con un protagonista inesperado. No se refiere a ninguna candidatura, autoridad o institución electoral, sino, simplemente, al agua, que se ha convertido en un factor decisivo para la intención de voto en junio próximo.
El agua, por definición, puede ser insípida, incolora e inodora, pero no apolítica. Ya sea por su ausencia en algunas zonas de la ciudad o por su presencia contaminada en otras, se ha consolidado como un tema central en la conversación pública, lo cual es una mala noticia para el partido gobernante y sus candidatos.
En este contexto, el oficialismo no tiene salida favorable. Si el problema es la falta de infraestructura, es grave, pues desde 1997 la capital ha sido gobernada por fuerzas políticas de izquierda, bajo las siglas del PRD o de Morena. Con líderes como Cárdenas, López Obrador, Ebrard y Sheinbaum en el gobierno —con la notable excepción de Mancera, perteneciente entonces al mismo grupo—, han tenido muchos años para implementar soluciones estructurales. Si el problema es coyuntural, también es serio, ya que Martí Batres —figura clave de Morena a nivel nacional y local— es quien responde por las acciones y omisiones del gobierno en las crisis del agua en la actualidad.
Así, el agua, destacada por su relevancia social, se ha convertido en un elemento clave en el proceso electoral. ¿Qué efecto tendrá esto rumbo el 2 de junio? ¿En qué medida podría motivar al voto opositor a acudir a las urnas? ¿Cuál será su impacto en la ya intensa contienda electoral por el gobierno de la ciudad y las alcaldías? Aún quedan varias semanas de campaña. Veremos si el tema se mantiene o si otros problemas, menos desventajosos para el gobierno, logran colocarse en el centro de atención.