Voto electrónico en México

¿Voto electrónico podría ser una solución ante los altos costos en las elecciones en México?

Voto electrónico en México

La utilización del voto electrónico en México aparece como la solución ideal para reducir el costo de las elecciones, agilizar la presentación de resultados y acortar los márgenes de error en el escrutinio de votos.   
Diferentes democracias alrededor del mundo utilizan dispositivos electrónicos para que la ciudadanía ejerza su derecho al voto. La India, Brasil y Venezuela, por ejemplo, celebran desde hace años comicios en la modalidad de voto electrónico y el sistema ha demostrado su funcionalidad. 
En 1998, la India se convirtió en pionera en el uso de urnas electrónicas y hoy representa una de las naciones con una estabilidad democrática reconocida internacionalmente. 
Apenas en 2019 utilizaron las urnas electrónicas (EVM, por sus siglas en inglés) e hicieron posible la participación de más del 67 por ciento de los 900 millones de electores registrados en el padrón, quienes residen en grandes ciudades, desiertos y hasta en poblaciones ubicadas en zonas remotas.  
Tuvimos acceso exclusivo a un documento del Instituto Nacional Electoral (INE), donde se da cuenta de las diferentes historias de éxito que las autoridades electorales han desarrollado desde 2003 a la fecha. 
En el documento se asienta que el estudio, diseño y desarrollo de prototipos de instrumentos de votación electrónica han permitido la celebración de casi 3 mil 100 ejercicios con voto electrónico, en los últimos 10 años. 
Se trata de elecciones de diferente índole, tanto vinculantes como no vinculantes, entre las que destacan elecciones de sociedades de alumnos, comisarías municipales y ejidales, elecciones dentro de partidos políticos, la elección del Rector de la Universidad Autónoma de Querétaro (octubre 2017) y consultas populares, como la Consulta de Revocación de Mandato del Presidente de la República electo para el periodo constitucional 2018-2024 (abril 2022). 
Hay más. Durante los procesos electorales de 2020-2021, cuando celebramos elecciones locales y la renovación total de la Cámara de Diputados, se registraron 32 mil 303 mexicanos para votar desde el extranjero; de todos ellos, 21 mil 585 decidieron votar por Internet (66.82 por ciento). 
Mientras que, en la Revocación de Mandato de este año, la votación en el extranjero fue completamente por Internet con la participación de 17 mil 792 electores. 
Está claro que los sistemas de votación electrónica brindan diversas ventajas en cuanto a logística, organización y transparencia de los procesos electorales. Ni qué decir sobre los beneficios ecológicos o el costo de las elecciones, toda vez que la utilización de urnas electrónicas podría bajar significativamente el número de funcionarios de mesas de casilla, simplificar las tareas en las casillas electorales, disminuir la carga de trabajo y los errores humanos, lo cual evitaría los votos anulados. 
El voto electrónico también permitiría agilizar la obtención y el conteo de los votos y aumentar la rapidez en la difusión de los resultados oficiales, lo que haría posible conocer el nombre del ganador pocas horas después de concluida la jornada electoral. 
¿Es posible tener elecciones grandes y competitivas en México, con urnas electrónicas y voto por Internet y garantizar -al mismo tiempo-, los principios de seguridad jurídica y fiabilidad del resultado, en las elecciones presidenciales de 2024? 
Sí. Siempre que el Congreso valide las reformas constitucionales y legales antes del 31 de mayo del próximo año. La pregunta es si los actores políticos tienen tiempo y disposición para construir acuerdos.