No se puede hacer política si no es de forma colaborativa
Pasemos de un enfoque asistencialista a uno de inclusión efectiva
No se pueden construir políticas públicas para las personas con discapacidad sin escucharlos, conocer y entender sus necesidades.
Con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, en el Senado de la República realizamos el pasado viernes 3 de diciembre el Primer Parlamento de Personas con Discapacidad, con el fin de promover la participación ciudadana, visibilizar la situación en la que se encuentra este sector de la población y buscar soluciones para garantizar su inclusión efectiva en la sociedad.
Recibimos casi 100 propuestas en temas de accesibilidad, movilidad y seguridad vial, capacidad jurídica, educación, inclusión laboral, salud, cuidado y derechos civiles y políticos. Accesibilidad y educación fueron los temas más recurrentes.
Fue un ejercicio realmente diverso e incluyente, en el que participaron personas desde los 16 a los 69 años, de Sonora, Nuevo León, Ciudad de México, Chiapas, Morelos, Durango, Estado de México, Puebla, Guerrero, Chihuahua, Jalisco, Baja California, Quintana Roo, Tabasco, Hidalgo, Nayarit, Guanajuato y Zacatecas.
Durante este proceso participativo y colaborativo, logramos concluir que es responsabilidad de los legisladores eliminar las barreras que el entorno social impone a las personas con discapacidad, las cuales impiden su plena inclusión en igualdad de condiciones. El problema no es la discapacidad, es el entorno.
La asociación Human Rights Watch (HRW) destacó que en México los partidos políticos y los órganos de representación, como el Senado, el Congreso y los ayuntamientos, han hecho poco por involucrar a las personas con discapacidad y garantizar su participación en igualdad de condiciones a la hora de presentarse a cargos políticos. Es momento de llevar la inclusión de los discursos a los hechos .
En el evento participó Bryan Russell, un peruano que padece discapacidad intelectual y que se ha presentado como candidato al parlamento en su país, quien nos compartió su testimonio sobre la necesidad de incluir a las personas con discapacidad en el gobierno y la política de México.
Es momento de construir un país para todas las personas, eliminar las ideas, políticas, leyes y prácticas cotidianas que perpetúan una visión “capacitista” del mundo, que imponen obstáculos y ejercen violencias sobre más de 20 millones de personas que viven con alguna discapacidad en México.
Queda mucho por hacer para lograr un marco normativo que no solo esté centrado en reconocer los derechos de las personas con discapacidad, sino que además se traduzca en acciones que garanticen una sociedad más incluyente, diversa, libre y accesible.
El parlamento abierto se ha vuelto indispensable para construir nuevas formas de hacer política. Un Parlamento Abierto implica mucho más que foros y mesas de participación, significa transformar los procesos legislativos para hacerlos más colaborativos, transparentes y democráticos.
Necesitamos más datos e información sobre las personas con discapacidad, donde viven, cómo viven, cuáles son sus necesidades, cómo mejorar su movilidad, qué opciones de educación, entretenimiento y bienestar requieren. Pasemos de un enfoque asistencialista a uno de inclusión efectiva.
Trabajemos y busquemos que cada vez más temas sean retomados en este formato, y que las iniciativas en materia de parlamento abierto sean aprobadas.