Hidrógeno Verde, la energía del futuro
Es conveniente analizar que la generación de hidrógeno verde sea una alternativa para las plantas instaladas en México
El hidrógeno es la energía que alimenta las estrellas y el elemento más abundante en el universo. Tiene tres veces más energía que la gasolina, por ello se ha empleado como combustible desde el siglo pasado en grandes industrias, dirigibles y en cohetes espaciales. A diferencia del carbón y el petróleo, se trata de una energía limpia que al consumirse solo emite vapor de agua, sin dejar residuos en el aire.
Hasta hace unos años, para obtener hidrógeno era necesario utilizar una gran cantidad de electricidad proveniente de fuentes contaminantes. Situación que lo hacía menos eficiente en comparación con los combustibles fósiles. Con el avance de la tecnología y aprovechando las bondades de la energía eólica y solar, hoy se puede crear hidrógeno verde, también conocido como hidrógeno renovable o e-Hydrogen.
En 2019 la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha estimado un aumento de la demanda energética global de entre un 25% y un 30 % hasta 2040, lo que en una economía dependiente del carbón y el petróleo, implica más emisiones contaminantes y el incumplimiento de metas sobre cambio climático.
Apostar por el uso de Hidrógeno Verde es más oportuno que nunca, ya que permitiría ahorrar 830 millones de toneladas anuales de CO2 de acuerdo con estudios de la AIE. Expertos lo consideran el combustible del futuro, al ser 100% sostenible y no emitir gases contaminantes ni durante su combustión, ni durante su proceso de producción.
Otra característica que resulta atractiva es que al poderse transformar en electricidad o en combustibles sintéticos puede utilizarse con fines domésticos, comerciales o industriales; al mezclarse con gas natural puede viajar por los mismos canales e infraestructuras de gas, pero sobre todo, a diferencia de otras energías alternativas, es fácil de almacenar, lo que permite su utilización posterior.
Transitar hacia una economía de hidrógeno está en la agenda de diversas naciones, con Japón a la cabeza, seguido de Estados Unidos, Australia, Países Bajos, Rusia, China, Francia, Alemania y Arabia Saudita. La región latinoamericana no se ha quedado atrás, Chile es actualmente el sexto productor de hidrógeno verde en el mundo; en noviembre de 2020 fue el primero en la región en presentar la "Estrategia nacional de hidrógeno verde" su objetivo no solo es generar hidrógeno para cumplir con la meta de alcanzar la neutralidad de carbono en 2050, sino que aspira a ser el líder exportador de este combustible.
Con el propósito de promover el desarrollo de esta tecnología, la semana pasada dentro de los trabajos de la COP 26, se anunció la alianza LAC Green Hydrogen Action. Una iniciativa que busca comprometer y articular a los países de la región, a través de una alianza para impulsar el mercado con metas y acciones concretas. México no debe quedar al margen de estos acuerdos.
El gobierno de nuestro país considera que la CFE se encuentra en riesgo, debido a los esquemas vigentes para la generación de electricidad. Por lo que ha puesto sobre la mesa una reforma eléctrica, su idea es que las empresas que actualmente generan electricidad a través de energías limpias garanticen un suministro constante y que paguen más por la transmisión de energía.
Resulta evidente que las condiciones climatológicas no pueden garantizar que la energía solar y de viento sean constantes todos los días del año. Es cierto que las centrales eléctricas no tienen la infraestructura para estar encendidas solamente cuando la generación de electricidad por fuentes limpias no estén disponibles.
No debemos poner en riesgo los cerca de 30 mil millones de dólares, que se han invertido en las 169 plantas solares y eólicas que se han instalado en nuestro país, ni afectar a los aproximadamente 78 mil empleos que se derivan en su manufactura, construcción, operación y mantenimiento. Las inversiones realizadas en plantas de energías renovables, no solo es privado, se sabe que incluso hay capital que corresponde a fondos de pensiones, es decir es dinero de muchas personas.
Es conveniente analizar que la generación de hidrógeno verde sea una alternativa para las plantas instaladas en México. Para ello es necesario también, invertir en proyectos que generen demanda de hidrógeno verde. Muchos países han apostado por renovar su infraestructura de transporte colectivo utilizando hidrógeno verde.
La construcción de la sociedad del futuro, hace urgente la descarbonización del planeta y nos propone un mundo distinto para 2050, un mundo más accesible, eficiente y sostenible, impulsado por energías limpias como el hidrógeno.