Derrotas internacionales

El periodista Sergio Sarmiento aborda lo que considera las distintas derrotas evitables en foros internacionales del gobierno del presidente López Obrador.

Foto: Cuartoscuro

El presidente López Obrador no se ha dado cuenta de que en los foros internacionales los representantes de otros países no van simplemente a obedecerlo como hacen sus funcionarios. Esa es la razón por la que su gobierno está teniendo tantas derrotas evitables en foros internacionales. El caso más reciente lo vimos en la elección del nuevo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo.

La titularidad de la institución había quedado vacante por la obligada renuncia del estadounidense de origen cubano Mauricio Claver-Carone, impulsado por Donald Trump, quien cometió faltas éticas al haber tenido una relación sentimental con una funcionaria del banco a la que se le dieron promociones y aumentos indebidos de salario.

México primero propuso como posible nueva presidenta a Alicia Bárcena, una respetada economista de izquierda, que sirvió varios años como directora general de la CEPAL. Los legisladores conservadores en Estados Unidos, sin embargo, difundieron declaraciones suyas en las que defendía el régimen cubano, lo cual volvía muy difícil su aceptación por el principal financiador del BID, el gobierno estadounidense. Bárcena anunció el retiro de su candidatura por “motivos familiares”.

De último momento el gobierno de López Obrador propuso al subgobernador del Banco de México Gerardo Esquivel. Pero la candidatura la lanzó sin consultar a otros gobiernos, sin buscar consensos, acuerdos y alianzas, sin respetar las formas en que se trabaja en los organismos multilaterales. Esquivel fue derrotado de manera contundente en la elección. El candidato brasileño, Ilan Goldfajn, fue electo con el 80 por ciento de los votos y Esquivel quedó en un lejano tercer lugar, después del candidato chileno.

De una manera inusitada la Secretaría de Hacienda difundió una grosera “nota informativa” en la que señalaba que la elección del BID había sido “más de lo mismo”. El propio Esquivel se mostró mucho más diplomático al reconocer la capacidad del brasileño, quien dijo, además, conoce desde sus tiempos universitarios. Un día después el propio presidente López Obrador utilizó la frase “más de lo mismo” al referirse a la elección, con lo que reconoció la autoría de la controvertida nota.

No es la primera vez que el gobierno de López Obrador sorprende al mundo con comunicados que revelan su falta de conocimiento del lenguaje y las formas diplomáticas. Entre los distintos casos que se han registrado cabe recordar la nota que dirigió al Parlamento Europeo por sus críticas a los asesinatos de periodistas y a la falta de respeto a los derechos humanos en nuestro país. También está la carta al rey de España exigiéndole una disculpa por la conquista española de hace medio milenio.

Las actitudes del presidente López Obrador ante la comunidad internacional han llevado a derrotas en los distintos procesos en que ha buscado colocar a su gente en instituciones multilaterales. A Nadine Gasman, por ejemplo, la propuso para la dirección de la Organización Panamericana de la Salud, pero sin buscar consensos y sin importar que su esposo Joaquín Medina, cubano, haya sido acusado de traficar con médicos cubanos enviados a trabajar a otros países.

El presidente López Obrador considera que su gobierno representa una punta de lanza en un movimiento de países progresistas en América Latina. La verdad, sin embargo, es otra. Por sus errores, se está quedando cada vez más aislado. Con el paso del tiempo sus únicos aliados pueden terminar siendo solo Cuba, Venezuela y Nicaragua.