¿Qué narco cerró el Baby’O en Acapulco para él y sus amigos?
Antes de su captura, en 2010 , se dice que Valdez Viallarreal cerró para él y sus amigos el Baby’O como era su costumbre durante su reinado de violencia y tráfico de drogas en el estado.
La discoteca más emblemática del Puerto de Acapulco, Guerrero, Baby’O se incendió durante la madrugada de este jueves, por lo que un emblema del entretenimiento en dicho municipio llega a su fin. Sin embargo, en el famoso antro no solo figuras políticas y del espectáculo asistieron; ya que personajes del narcotráfico también acudieron a divertirse. Tal es el caso de Édgar Valdez Villarreal, “La Barbie”, lugarteniente del Cártel de los Beltrán Leyva.
Excesos. Antes de su captura, en 2010 , se dice que Valdez Viallarreal cerró para él y sus amigos el Baby’O como era su costumbre durante su reinado de violencia y tráfico de drogas en el estado.
Otro antro. Sin embargo, el antro favorito de “La Barbie” en Acapulco era El Alebrije, donde compraba botellas de champán de 16 mil pesos que compartía con sus acompañantes. El capo llegaba a pagar cuentas de más de 100 mil pesos.
Mazatlán. A la par del éxito del Baby’O, a mediados de los años ochenta se abrió una lujosa discoteca que tenía exhibición de animales exóticos llamada Frankie Oh! en Mazatlán, Sinaloa, en el que los dueños eran los hermanos Arellano Félix, líderes del Cártel de Tijuana.
En el lugar también estuvieron figuras de la vida política de México; así como del ambiente artístico como Yuri, Gloria Trevi e incluso Luis Miguel, fiel seguidor del Baby’O.
Vallarta. A este centro de entretenimiento se le suma el Christine, un antro ubicado en Puerto Vallarta, Jalisco, que también fue lugar donde los narcos acudían a divertirse. En 1992 se celebraba el cumpleaños de Benjamín Arellano Félix, quien se encontraba junto con su hermano Ramón y el más joven de ellos, Carlos Alberto, “El Lobito”, a quien Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, intentó asesinar.
Sicarios liderados por un asesino a sueldo, llamado Toño, abrieron fuego contra los guardias con metralletas, dejando seis muertos. Sin embargo, Ismael “El Mayo” Zambada, fue quien le pidió a Guzmán Loera que no asesinara al “Lobito” y lo dejara libre para poner un alto a la guerra entre el Cártel de Sinaloa y el de Tijuana.