AMLO confirma espionaje contra Alejandro Encinas pero rechaza intromisión del Ejército
El tabasqueño dijo desconocer quién es el responsable del hackeo a los dispositivos móviles del funcionario federal.
El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación (Segob), le comentó que, muy probablemente, haya sido víctima de espionaje. Sin embargo, el mandatario federal fue tajante al rechazar los señalamientos en contra de una posible intromisión de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) al utilizar el programa Pegasus.
López Obrador detalló que Encinas Rodríguez se comunicó con él para darle a conocer que el diario estadounidense The New York Times se pusieron en contacto con él para preguntarle si había sufrido algún tipo de hackeo, a lo que el funcionario federal respondió que "probablemente".
"No sé. Le habían preguntado del New York Times si era espiado, y él contestó que probablemente sí, nada más, que de parte de quién, si antes todos espiaban y siguen espiando, de dónde salen las guacamayas (...) No (la Sedena no realizó el ataque), nosotros no espiamos, no somos iguales, y no torturamos, y en este gobierno no hay masacres como había anteriormente y se respetan los derechos humanos", sentenció López Obrador ante los cuestionamientos de la prensa nacional durante su conferencia mañanera desde Palacio Nacional.
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Tras lo anterior, el tabasqueño insistió en que en la autodenominada Cuarta Transformación (4T) no existe el espionaje, por lo que consideró que este es un tema que debe minimizarse y no se le debe de dar importancia.
"Le dije que no le diera importancia porque no había ninguna intención de espiar a nadie", explicó.
Finalmente, AMLO acusó y reiteró que en las administraciones neoliberales, como en el periodo en el que Genaro García Luna se encontraba al frente de la seguridad pública del país, si empleaban herramientas de espionaje, como el malware de Pegasus, pero enfatizó que, en aquellas épocas, nadie decía nada, señalando el silencio de los medios nacionales e internacionales como NYT, The Washington Post, y The Wall Street Journal.