Los migrantes llegaron alrededor de las 15:00 horas a la Ciudad de México. Los policías hicieron una valla para impedir el paso. La intención era dialogar con los líderes de la caravana y poder dirigirlos hacia el albergue que se dispuso en la zona de Santa Marta Acatitla, pero los migrantes se tornaron agresivos y comenzaron a lanzar objetos, piedras, palos y botellas contra los uniformados.